1 Diseño excepcional
2 Personal atento
3 Desayuno delicioso

1 Ruidos nocturnos
2 Agua caliente inconsistente
3 Estrés en pedido de bebidas

Por qué narices no lo probé antes?

Ya desde el recibimiento, sentí la calidez de un lugar donde cada detalle importa. La atención de los empleados es excepcional, haciendo que te sientas como en casa. La decoración es admirable y, aunque puede ser algo costoso, cada momento aquí vale la pena. Sin duda, un lugar que enamora y se disfruta al máximo.

Recomiendo este hotel, es total for una visita momentánea.

Hermoso hotel, encantador ambiente, ideal para descansar después de un día explorando la ciudad, ya que cuenta con una piscina en la azotea que ofrece vistas impresionantes y un desayuno a la carta que es rico y variado.

Nada que pueda mencionar.

Piscina en azotea con vistas espectaculares.

La ubicación es increíble, casi en el centro del casco antiguo, lo que facilita conocer la ciudad. Además, el desayuno a la carta es delicioso, con muchas opciones para elegir y siempre con un café excelente. El personal es súper atento y amable, más que feliz de ayudar con cualquier cosa que necesites.

Imposible encontrar algo.

Ubicación inmejorable, en el centro histórico y lleno de vida. Habitaciones encantadoras y decoradas con mucho estilo, sólo para unos pocos afortunados. El personal, siempre dispuesto a ayudar, hace la estancia aún más agradable.

El desayuno a la carta era como una fiesta en mi boca, lleno de opciones frescas que dejaban a cada bocado buscando el siguiente. La piscina en la azotea, con vistas que hacían que el horizonte pareciera un cuadro, era el lugar perfecto para relajarme después de un día explorando las calles coloridas de Cartagena.

Ruidos nocturnos.

Estancia encantadora con detalles excepcionales

El hotel es absolutamente hermoso, conservando un estilo colonial con una decoración muy cuidada que me enamoró. La azotea es un lugar idóneo para relajarse, donde pasamos momentos increíbles disfrutando de las vistas. El desayuno era delicioso y variado, con opciones que te sorprendían cada mañana. Sin embargo, la habitación que elegimos tenía un inconveniente, el ruido nocturno era bastante molesto debido a la calle cercana.

Un rincón de paz en Cartagena

El hotel es una belleza colonial, decorado con un gusto increíble. La piscina en el rooftop es perfecta para relajarse y las vistas son de otro nivel. El desayuno a la carta fue delicioso y variado. Aunque había un poco de ruido por la noche, esto no arruinó la experiencia. Ideal para disfrutar en pareja.

La decoración colonial es hermosa y el desayuno a la carta increíble. Sin embargo, el ruido nocturno de la calle afuera fue insoportable. Aprovechamos el tour a pie sobre la cultura local, lo cual fue muy divertido.

El Amarla Boutique Hotel es una joya con una impresionante decoración colonial que te transporta a otra época. La piscina en la azotea es un lugar perfecto para relajarse, ofreciendo vistas maravillosas que hacen que cada momento allí sea especial. El desayuno a la carta, variado y sabroso, incluyó opciones como frutas frescas y panes recién horneados, lo que fue un gran inicio para mis días de trabajo.

La habitación con balcón daba a una calle muy ruidosa, lo que dificultó el descanso.

El hotel es realmente hermoso, con una decoración colonial muy bien cuidada. La habitación contaba con buenas camas y un desayuno a la carta que, para mi sorpresa, fue abundante y variado. La piscina en la azotea ofrece vistas maravillosas, especialmente al atardecer, un lugar perfecto para relajarse. Por otro lado, la habitación con balcón que elegimos tenía un inconveniente significativo, daba a una calle muy transitada y el ruido nocturno era insoportable. La música y los gritos no nos dejaron dormir bien, lo cual fue decepcionante. noté que el colchón era bastante blando, lo que no me pareció cómodo en absoluto. A pesar de estos inconvenientes, el personal fue amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. Así que, aunque hubo aspectos negativos, la belleza del hotel y su encanto colonial hacen que valga la pena visitarlo, pero recomiendo elegir una habitación sin balcón exterior.

La piscina en el azotea es un lugar increíble para relajarse y disfrutar del sol con la familia. La decoración del hotel es hermosa y se siente un ambiente cálido. Nos encantó que en la suite había suficiente espacio para que los niños jugaran.

A mis hijos les hubiera gustado tener más opciones de actividades recreativas para entretenerse.